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viernes, 30 de abril de 2010

PLAZA DE TOROS

Adjunto nota remitida por la Editorial La Isla de Siltolá en relación a mi última publicación.


“Plaza de Toros”, con textos de José María Jurado (Sevilla, 1974) e ilustraciones de Pablo Pámpano Vaca (Madrid, 1969) hace el número segundo de la serie “Anejos de Siltolá” (Editorial “La isla de Siltolá”). Esta colección propone una fusión plástica entre poesía e imagen estableciendo un diálogo recíproco más allá de la glosa o el énfasis gráfico. Si el primer número, “Elogio del Desierto”, con poemas de Julio Mesanza y fotografías del José del Río Mons, nos trasladaba al ámbito inmenso de las arenas del desierto tunecino, “Plaza de Toros” nos invita a un recorrido literario y gráfico por la sangre y la arena de la tauromaquia. En el libro comparecen las figuras más relevantes del toreo eterno: Juan Belmonte, Joselito el Gallo, Manolete, Pepe Luis Vázquez, Curro Romero, Rafael de Paula, Antonio Ordóñez…, pero también las figuras actuales que han llevado la fiesta del arte y del valor, como José Tomás o Morante de la Puebla, a los albores del siglo XXI. De cada uno de ellos se ofrece una silueta lírica que ilumina la esencia de su arte o su biografía desde un enfoque que no elude una interpretación de la fiesta de los toros como una expresión trascendente y aun cósmica, anclada en los arcanos de los pueblos mediterráneos. El poeta José María Jurado hace uso de los recursos expresivos del poema en prosa (pero también de otras formas clásicas como el soneto o la décima) para trasladarnos una visión trágica y épica de los últimos héroes del siglo XXI. Junto a cada semblanza figura una personalísima interpretación del retrato de cada torero que completa y expande lo que el texto insinúa. Además de cada efigie Pablo Pámpano ha realizado unas ilustraciones a gran formato que captan momentos simbólicos y claves de la tauromaquia de estos maestros: la verónica de Rafael de Paula, el “cartucho de pescado” de Pepe Luis, la serenidad clásica de Antonio Ordóñez. Se trata de una auténtica colección de “carteles de toros” donde la modernidad del trazo y la riqueza de texturas, subrayando siempre el carácter heroico del torero, vivifican la interminable plasticidad de una fiesta que nunca dejará indiferente, con independencia de otras controversias, a las personas con sensibilidad. Completa el libro un prólogo del reputado aficionado y escritor Lorenzo Clemente Naranjo donde se reflexiona sobre este diálogo al alimón entre escritura e imagen al que califica de “provocación estética” que reivindica el arte y la libertad, como una peregrinación a lo absoluto de la tauromaquia.



LOS EJEMPLARES SE PUEDEN ADQUIRIR EN LAS PRINCIPALES LIBRERÍAS O BIEN SOLICITAR AQUÍ.

jueves, 29 de abril de 2010

Madrid (25 de abril de 2010) - Esos tíos

Los toros de Partido de Resina (antes pabloromero o los "toros guapos", según cada cual) eran unos tíos. Y los tres toreros que se pusieron frente a ellos (José Calvo, Fernando Cruz y Álvaro Ortega) también.

Lo que sucede es que reconociéndose el mérito de todos ellos (José calvo toreó lesionado, Fernando Cruz apenas torea y Álvaro Ortega confirmaba una alternativa que tomó hace cuatro años, habiendo toreado sólo tres corridas de toros en el 2009) el asunto no acabó de cuajar.

Hubo toros toreables (la tarde dio razones para la esperanza en la recuperación de esta ganadería) y hubo pasajes de toreo con interés, algún pase con cierta clase y gusto. Pero supo a poco, se notaba que había muchas más ganas que oficio y que si hubiera toreros con la técnica mejor asimilada dispuestos a ponerse con toros así podríamos ver una tarde mucho más completa.

Uno reconoce el valor de los toreros, su ilusión, sus ganas, sus detalles, incluso su estilo en algún momento. Pero espera un punto más. Sobre todo en Las Ventas.

domingo, 25 de abril de 2010

José Tomás

"Has abierto las puertas de la Muerte toreando en el vértice del miedo. Y detrás de las puertas había luz, la deslumbrante luz de la pureza. Entrabas y salías de la muerte como el buzo entra y sale del abismo, sumergido en campanas de silencio, en solares silencios espectrales donde el aire vacío se completa con el lance y el trance tan reunidos que suspenden la razón y la despeñan al borde mismo del espanto."

De Plaza de Toros, Anejos de Siltolá.

Poco más puedo decir mientras el "héroe" lucha.

Qué profesión más dura.

Son héroes, los últimos.

domingo, 18 de abril de 2010

Sevilla - una explicación, una GRAN NOTICIA y algunos apuntes

Como ustedes habrán observado, desde hace unos días José María falta a su crónica diaria de la Feria. Razones familiares le impiden regalarnos esos escritos de tanta belleza y lucidez. Esperemos que en breve (a ver si es posible antes del final de la Feria) pueda volver a deleitarnos.

Aprovechando su ausencia, les anuncio que ha publicado, en colaboración con Pablo Pámpano Vaca, un libro genial: Plaza de Toros. Se trata de un libro en el que con breves textos de una intensidad poética sublime se recrean toreros como Joselito el Gallo, Belmonte, Manolete, Ordóñez, Pepe Luis, Curro Romero, Paula, José Tomás o Morante, plazas como la de Ronda, ritos como san Fermín o momentos grandes de la temporada para cualquier aficionado como la Virgen de Agosto (Asunción de María) o el momento en que, con la Feria de San Lucas, finaliza La Gran Temporada. Junto a los textos, dibujos bellísimos de Pablo que iluminan los toreros y los momentos. La edición de La Isla de Siltolá es primorosa. Creo que cualquiera que pueda echarle un vistazo al libro descubrirá que es una auténtica joya que no puede faltar en la Biblioteca de cualquier aficionado (a los toros, a la poesía o a las Bellas Artes).

Y aprovecho también esta incursión en un campo de juego tan querido como imposible (La Maestranza) para decirles que el Juli, el viernes, estuvo inmenso. Y Castella y Perera tuvieron toros algo peores pero estuvieron desdibujados. Que la corrida de Gavira de ayer no sirvió para nada, aunque evidenció el buen momento de Morante, las ganas de Talavante y que Luque puede remontar (todo esto, en un ejercicio de adivinación, porque es una de las peores corridas que he visto en mucho tiempo). Y hoy, Manzanares ha estado sensacional (sobre todo en el sexto), el Cid está espeso y no ha sacado de sus toros las faenas que, sin duda, tenían (alguna de triunfo importante) y Castella ha tenido algún buen momento, pero ha estado por debajo de un sensacional quinto (un tanto a contraestilo, porque era un toro de distancias y galope, más que de cercanías).

miércoles, 14 de abril de 2010

Casi nada

Fecha: 14-IV-2010
Toros: El Torreón (César Rincón)
Espadas:
Antonio Barrera
Luis Bolívar
Salvador Cortés


¿Qué quedará de esta tarde que ahora deslíe la lluvia de abril?

La frágil memoria de los reseñistas la perderá en el olvido de las crónicas digitales. Sólo quedará un eco dolorido en cada protagonista o en quienes, acaso, han venido de países muy remotos y no volverán jamás a la redonda fiesta de la muerte y la luz.

Antonio Barrera recordará para siempre la tarde en que brindó al cielo gris donde aleteaba la resuelta muerte de su padre.

Luis Bolívar recordará el fugaz intervalo en que la banda de Tejera acompañó dos series que acabaron estrelladas contra la tela engañada del primer natural.

Salvador Cortés recordará dos veces la lentitud con la que viene el toro por los toriles cuando se arrodilla el hombre ante el miedo y el fracaso y, quizá, medio lance de capa.

Y todos recordaremos el instante en que un Mariscal se elevó por el cielo en su trapecio de nubes y grácil como un ángel y certero como un águila dejó un par en lo más alto de lo alto, en picado venido desde arriba.

La tarde se ha cerrado a los recuerdos, con un par, casi nada.

martes, 13 de abril de 2010

Martes 13 y de Palha

Fecha: 13-iv-2010
Toros: Palha
Espadas:
Serafín Marín
Arturo Macías
Iván Fandiño


Por circunstancias personales que no hacen al caso ya había pensado el título de la reseña, “Martes 13 y de Palha”, lamentablemente no me he equivocado, porque salvo un toro burraco y malhadado, hoy todo ha sido negro.

Llegué muy tarde a la plaza y sin embargo llegué en punto: le agradezco el favor a la empresa, pero debe agilizar la retirada de la lona siempre que haya nubosidad variable.

El cielo se despejó, pero no los toros
. Cada uno era un nubarrón más oscuro y cargado de tormenta y pedernal en la cuerna. Porque todo era tornillería pesada, sin movilidad, ni bravura, sólo malas ideas.

Toreaba la ONU del toreo: un catalán, un mejicano y un vasco, con toros de Portugal. Y, como es costumbre en este organismo, no pudieron firmar el armisticio. Todo muy identitario.

Arturo Macías ha tirado la moneda en España, pero la ha tirado en martes y 13 y lo ha pagado con fuego. Creo que tiene demasiado valor, temerario, con corte tomista, que por eso va con Corbacho. Eso no vale para estos toros, entrar en las astas de un animal parado funciona cuando tienen un fondo de bravura. Los de hoy sólo merecían el machetazo, y si no se lo das tú, te lo daban ellos, como así fue. Se quedó demasiado cerca de la cara del toro y descubierto, la cogida fue de infarto. A esto no se acostumbra nunca uno… Ésta sí es una razón ética para cuestionar la fiesta, pero no vamos a dar ideas, que se las den los torpes a sí mismos. Destacamos, claro, el gran quite por gaoneras con el que se presentó en la Maestranza. Puede triunfar, pero el camino de la sangre se lo va poner muy cuesta arriba.

Serafín Marín
, adalid de la fiesta catalana, anduvo con más técnica, pero no tenía material, algún detalle suelto, pinceladas, algo.

Iván Fandiño expuso de más, flaco favor le hicieron sus paisanos o familiares jaleándolo desde la grada. No tenía toros, pero me parece que tampoco técnica suficiente para enfrentarse con poder a esta ganadería.

Sangre, arena sopor: estás son las tardes que hacen afición porque, ya lo dijo Nietszche, lo que no me mata me hace mas fuerte que es en lo que debe pensar el valiente torero mejicano Arturo Macías.

Como se parte una caña

Fecha: 12-04-2009.
Toros: Conde de la Maza
Espadas:
Diego Urdiales

Oliva Soto
Antonio Nazaré


Oliva Soto ha estado a punto de salir por la Puerta del Príncipe. En la última olimpiada taurina -quiero decir en los cuatro últimos años- esto sólo ha sucedido en dos ocasiones (Talavante y Salvador Cortés), descabalgados los toreros a caballo y pese al gran toreo (Manzanares, Juli, Morante, Perera) que puntualmente hemos podido disfrutar

O sea, se trata de un hecho excepcional que quizá hubiera sido bueno para la afición, pero que no lo hubiera sido en absoluto para Oliva Soto quien podría haberse visto desbordado por los compromisos derivados de la hazaña.

Apenas ha toreado dos corridas en 2009, su alternativa y la de la virgen de agosto, las dos en Sevilla, y aunque siempre ha dejado muchos detalles y buenas faenas de corte gitano y cante grande, está aún muy verde (que te quiero verde) como para asumir riesgos continuados.

Tiene un mérito grandioso salir a torear con el desparpajo y gracia con la que ha toreado a su segundo. Faena de emoción, con una penúltima tanda inmensa y cierta impronta gallista, sobre todo en el toreo al natural, más acompañado que templado, más suelto que ligado, pero no por eso menos hondo que por algo lleva sangre de reyes en la palma de las manos. Sangre y romero, como casi todo lo que viene de Camas .

Este toro traía mucho ritmo y lo supo aprovechar, pero devolvió con la espada la oreja que le había regalado la Maestranza por su primera faena en la que fue brutalmente arrollado por el animal en una ceñidísima chicuelina. El golpe lo hizo resonar como se rompe una caña. La embestida de este primero toro era criminal y él se arriesgó sin temple ni dominio a acompañarla. El miedo que pasamos no procedía del riesgo asumido por el torero, sino por la sensación de falta de control.

Tiro la moneda y salió cara, pero podría haber salido cualquier cosa, hasta quedarse en el cielo al que brindó...

A pesar de pinchar y mal matar se le concedió un trofeo, jaleado por el pueblo de Camas que empieza, como nadie ignora, al otro lado de la Puerta del Príncipe.

Oliva Soto es uno de los toreros en los que más esperanzas hemos puesto, siempre ha tenido detalles, apuntes, cartelitos de toros. La faena a su segundo ha sido pródiga en estas felicidades. Pero todavía no es su hora, que llegará, pues es de los pocos escogidos que camina con duende.

Y abrirá muchas Puertas del Príncipe

Pero todavía no, si hubiera salido por la Puerta del Príncipe gitano su carrera se podría haber partido como se rompe una caña.

Ha habido mucha emoción en la lidia, los toros del Conde de la Maza, enrazados, más que bravos, han traído fiereza amasada con nobleza. No se están cayendo los animales este año y con abundancia de quilos están llegando bien a la muleta de momento. ¿Habrá sido cosa de la lluvia? ¿Cuál es la teoría de este año?

Hoy había que ser valiente o temerario para quedarse quieto.

Antonio Nazaré, con las ideas oscurecidas, optó por ahogar a sus toros.

Urdiales manifestó una sincera entrega y un poder no exento de detalles plásticos,
la faena al complicado primero no fue de menos valor que la premiada de Soto, pero, claro, no jugaba en casa.

Ha sido un acierto de la empresa poner a las nuevas figuras de la Provincia en este primer tramo de la feria: traen gente a la plaza, crean aficiones, peñas, competencia y fiesta.

Pero luego debería haber hueco en los carteles para estos toreros.

La única opción para ellos no puede ser la Puerta Grande, y menos cuando se abre con ganzúa pequeña.

lunes, 12 de abril de 2010

Brihuega (11 de abril de 2010) - ¡Cuidado!

Conseguir que un pueblo como Brihuega congregue cada año, a comienzos del mes de abril, a miles de personas de todo el centro de España para disfrutar de una corrida de toros es algo que se encuentra entre lo milagroso y lo inédito, algo que demuestra la capacidad de atracción que sigue teniendo la Fiesta si las cosas se hacen bien. Cómo puede llenarse un pueblo, sus calles, sus comercios, sus restaurantes,…

Sin embargo, tomen nota los organizadores que el próximo año, Dios no lo quiera, pueden encontrarse con huecos en la piedra. Y es que no es de recibo que desde más de una hora antes estuvieran cortados los accesos en coche al pueblo y la única manera de acceder fuera a pie por una infernal cuesta de piedra (en un recorrido de más de veinte minutos a paso ligero) o en uno de los dos mini-bus que se habían puesto a disposición del público y para los cuales había que hacer colas de más de media hora con incertidumbre fundada de si podría llegarse al comienzo del festejo o no.

Alguien debe empezar a plantearse que si quiere darse a lo taurino la dimensión cultural que tiene es imprescindible que al público se le trate tan bien, al menos, como al del teatro, al de la ópera, al de la música clásica,… Y ninguno de esos espectadores aguantaría tener que llegar al recinto del espectáculo en las condiciones en las que lo hicimos los que el domingo nos pasamos por allí.

En lo estrictamente taurino, algo parecido. Los toros fueron muy flojos, descastados y no transmitieron nada, absolutamente nada. Sólo el sexto tuvo algo más de interés, de gracia. Pero no es lo que uno espera de una corrida con tres figuras.

Ponce estuvo en lo que es, un torero inteligente, con mucho oficio y gran sentido estético. Al primero, un toro insípido, le dio series buenas por ambos pitones, pero faltaba poder y hondura, profundidad en la faena, que no era posible con un animal como ese. La faena con el cuarto, a media altura, tuvo algo más de gracia, pero tampoco acabó de romperse (de haberlo hecho, hubiera acabado con el animalito en dos muletazos).

Morante tuvo los destellos más geniales de la tarde. Originalísimo el recibo de capote rodilla en tierra a su primero, al que también le hizo una faena de muleta con pasajes tremendamente originales. Pero se quedó en meros apuntes, el toro no permitía una faena completa. Al quinto lo recibió con unas verónicas sublimes, pero el toro cojeaba y, aunque parecía tener buena condición, fue devuelto por manifiestamente inválido. El remiendo no dio oportunidades y Morante no se dio coba. Abrevió que es lo que hay que hacer en estos casos.

Cayetano demostró su gran sentido estético. Pero también que le falta ajuste, cercanía, hondura. En el primero estuvo muy fuera de sitio toda la faena, aunque la composición de la figura y la gran estocada con la que mató a su oponente lo enmascararon. La faena al sexto, el mejor de la tarde como hemos comentado, fue más redonda, mucho más estética, de series más largas y ejecución muy clásica. Abusó, quizá, del toreo en línea, pero tuvo pasajes buenos. Al entrar a matar ni hizo la cruz y se fue directamente a los pitones, saliendo trompicado.

Una tarde, en fin, que demostró que los tres toreros son grandes figuras, pero que para demostrarlo hay que enfrentarlos a toros con más profundidad, duración y casta. Y un pueblo que debería ser mucho más consciente de que lo que aporta un festejo como este no puede echarse a perder generando incomodidades a los visitantes para acceder al coso.

domingo, 11 de abril de 2010

Ha empezado la feria

Fecha: 11-04-2009.
Toros: José Luis Pereda-La Dehesilla
Espadas:

Salvador Vega
Miguel Ángel Delgado
Miguel Tendero


Tomo prestado el titular de mi compañero de palco. Quiere decir que hemos empezado a aburrirnos tras el deslumbramiento de la Resurrección y la madrugada de la novillería.

Y es que esto, si Morante no lo remedia, es lo que nos espera la próxima quincena al sol.


Para más inri el astro rey lanzaba sus rayos como largos puyazos o banderillas mal puestas, como casi todas las de la tarde, y desangrarse por un exceso de luz, es muy poético, pero muy cansado.

Veníamos con ilusión a la corrida, bien acompañados por el mayoral de una reconocida ganadería extremeña, famosa por su bravura.

El cartel, dentro de lo que es esta primera parte del ciclo, era bastante artístico, claro que al leer en el programa que, por ejemplo, M. A. Delgado apenas toreó cuatro tardes en el 2009, entrevimos en la Puerta del Príncipe el mismo cartel que Dante puso en la puerta del Infierno (por eso del calor): “lasciate ogni speranza voi ch'entrate”.

Los toros, aunque mansos en general, -alguno mugía que parecía que llamaba a su mamá- hubieran podido aprovecharse más. Se movieron y llegaban con fuerza a la muleta. Tercero y quinto fueron muy buenos y cómodos para el toreo.

Salvador Vega es un torero artista y con clase, pero no rompe, ayer en el primero el viento fue una excusa, pero en su segundo ¿qué vio que no vio para brindarlo y desperdiciarlo? Unas buenas verónicas brillaron al sol.

Miguel Tendero, tiene un concepto del toreo más basado en la ligazón y la estética que en el exceso del temple, es un torero a contracorriente de la escuela “damasiana” de Albacete. Hizo una faena preciosista, de cuatro series, las que tenía el toro, en las que destacaron los remates, pases de pecho muy lentos y poderoso trincherazo, con un cierto aire general poncista, lo que se dice, lógicamente, a su favor. Corrió la mano con son por la derecha. Lástima que en lo de la espada tenga que mejorar, y mucho, porque insistió hasta que nos demostró que sabía, pero esa insistencia fueron no menos de seis intentos… Su segundo toro era nervioso y daba tornillazos, una serie aislada demostró que tiene valor, que está dispuesto a luchar por su dura profesión.

Hemos visto a M. A. Delgado desde que empezó en Écija sin caballos, en Sevilla en las novilladas de promoción, también sin caballos, y luego su creciente progreso como novillero. Por eso de que la crisis ha reducido los festejos o esperando una rápida rentabilidad de la novedad de la alternativa, la tomó en Córdoba el año pasado, pero sólo ha toreado, con ésta, cinco corridas. Es una apuesta muy arriesgada que hay que saber valorar. Dejó muchos detalles en el primero, es un torero de gran expresión plástica, pero al que el comportamiento poco noble de los animales desconcierta todavía. Le tocó el mejor de la tarde: el animal se venía de lejos y convenía traerlo toreado, con alegría, desde el horizonte. El animal lo superó y Delgado cayó en el recurso, tan actual, de esconder al toro, de agotar sus embestidas acortando las distancias, de asfixiarlo, en fin. Pero un toro con bravura lo normal es que se acabe arrancando y, en mitad del encimismo, se lo llevó por delante y resultó herido. Siguió la lidia con dignidad y firmeza. Hay que darle más tiempo a M. A. Delgado, porque está con duende, pero sin oficio.

¿Pero de dónde sacaremos todos ese tiempo que se llama dinero?

En fin, que ha empezado la feria, esta tarde, caballos, pero yo libro:los de la Exaltación, la Lanzada o el Cristo de las Tres Caídas, ¡eso sí que son caballos!

sábado, 10 de abril de 2010

Todo es nuevo

Novillos: Espartaco
Luis Miguel Casares
Cristian Escribano
Esaú Fernández


Una quincena de toros no es una Cuaresma, pero tiene un matiz penitencial y devocional que se manifiesta en el rito complicado de peregrinar a la Plaza en punto cada día y en la no menor cruz de traer aquí con belleza y alegría registro de lo vivido.

Se hará lo que se pueda y si no, nos queda Francis Wolff

Lejos de las obligaciones laborales y los atascos farolilleros son los viernes y sábados los días que prefiero para ver toros, a la ilusión de estrenar la feria se añade hoy la de estrenar los fines de semana.

Como el Domingo de Resurrección sucedió casi en un ámbito espiritual, es hoy cuando todo nos parece nuevo: han reformado las gradas, sigo en mi balcón del 10, junto a una de las infinitas columnas toscanas que rematan el tendido con su sencilla belleza, pero nos han separado demasiado del pretil enrejado que cubre la también nueva colgadura de gala roja.

Parece que estamos en clase Business y tanta comodidad nos incomoda. Algunos abonados se han dado de baja. Vendrán sólo a tardes sueltas. Se nota la crisis y el cansancio de tantos platos de jamón del malo…

Muchos extranjeros y muchas extranjeras nos acompañan estos días primerizos, ¿para cuándo una guía en distintos idiomas que les ayude a comprender la lidia? Los anglosajones son muy maleducados y las anglosajonas muy guapas.

Y como todo es nuevo empezamos con una novillada que ha resultado todo un éxito. Viene sucediendo en los últimos años, porque los toros se han elegido bien, (¡ay si se hiciera otro tanto en el resto de tardes!).

Cuando los toros se mueven y no se caen es imposible aburrirse. Los novilleros han dado muestra de mucha clase, se han acoplado por intervalos excepcionalmente bien a la incansable embestida de los toros de Espartaco. Gracias a esta movilidad hemos podido disfrutar de buenos tercios de banderillas y la banda del maestro Tejera ha sonado al menos tres veces.

Cada uno de los toreros ha tenido su cara y su cruz, su toro de triunfo y su toro más complicado, para medir la técnica. Pero han estado muy profesionales. El nivel de vigencia en la Plaza de estos días es mayor, se agradece, pero hay que ser comprensivos con los que empiezan, es muy difícil que un novillero pueda bajar la mano más de dos series seguidas, aunque el toro sea pastueño. Quizá el espectador no lo ve, pero la confianza y el riesgo que asume un torero en esta lid exige un valor al alcance sólo de los escogidos, porque en ese momento el cuerpo se olvida de su existencia.

Midámoslos con el justo rasero, pero no olvidemo que “lo bueno es enemigo de lo mejor” (JRJ)


Luis Miguel Casares no se acopló con su primer toro, pero en el segundo, tras un precioso tercio de banderillas, enlazó dos tandas preciosas, que hicieron estallar a la banda, luego se quedó sin ideas. Se dejó ir un gran toro.

Cristian Escribano, en su segundo demostró los naturales defectos técnicos, perdiéndole la cara al toro, descubriéndose mucho, lo que da mucho más valor a la gran faena que hizo al principio en el que ligó dos series de derechazos, rematados con preciosos ayudados y ajustados pases de pecho, de un temple mayúsculo. Al natural: lo que decía, el miedo natural a bajar la mano. La distancia que dio en los cites y el arranque de faena con los pases cambiados son de nota muy alta.

Y de Esaú Fernández, único sevillano (Camas) de la terna, destacaré su forma de andar en la cara del toro, de torearlos, esto es, de llevarlos por donde quiere, aunque no supiera en ocasiones a dónde, pero dominaba sus caminos. Este poder es muy importante, porque le dará regularidad, pero echamos en falta algo de desmayo, del duende camero.

Sólo un bloque de edificios ofende los tejados de la Plaza desde mi sitio, creo que la Maestranza es, ante todo, una forma de estar bajo el cielo. Importa poco lo que pase en el ruedo, estamos en un lugar del mundo por donde giran las telúricas corrientes de lo sagrado.

Desde el otro lado de sombra sólo rompe el cielo la torre de la Giralda.

Esto, con ser un tópico, hoy era nuevo, tan nuevo como mi nuevo libro, toreado al alimón con el dibujante Pablo Pámpano, prologado por Lorenzo Clemente y editado por Siltolá que ya lo anuncia en su web.


Va a ser una Gran Temporada. ¿Verdad, que sí, Javier Sánchez Menéndez?

viernes, 9 de abril de 2010

El pregón de Francis Wolff

Mientras José María principia la Feria de Abril de este año, de la que estoy seguro nos dará cuenta con una estética muy peculiar de la que ya hemos tenido un apunte el pasado Domingo, quiero dejar reseñado, siquiera brevemente, el pregón taurino que Francis Wolff dio el Domingo de Resurrección en el Lope de Vega, de Sevilla.

Sevilla es una ciudad de pregones. El principal, de la Semana Santa, es todo un acontecimiento social. Y quien es nombrado pregonero ocupa durante toda la cuaresma un lugar prominente en las noticias locales (visitas del alcalde y del arzobispo a su casa, incluidas). El siguiente pregón en importancia es, probablemente, el Pregón Taurino que organiza la Real Maestranza cada Domingo de Resurrección por la mañana coincidiendo con el inicio de la temporada taurina. Por el escenario del Lope de Vega han pasado personajes como Vargas Llosa, Fernando Savater o Carlos Herrera. Este año la corporación maestrante ha elegido a Francis Wolff, probablemente el aficionado que con más tino ha señalado la dirección de cómo debe ser la defensa de la Fiesta en el siglo XXI. Una defensa pasional y lógica a la vez. Una defensa desde la razón, pero también desde un conocimiento profundo de la Fiesta y desde un entronque con el conjunto de la cultura, que sólo puede hacer alguien de la talla de este filósofo francés.

El pregón del Domingo fue sencillamente magistral. Tuve la suerte de seguirlo en directo por la televisión municipal sevillana (Giralda TV) y reconozco que, desde aquellos lejanos tiempos de La Clave, ha sido una de las pocas veces en las que he disfrutado viendo una televisión que sentía me estaba haciendo más sabio, me permitía entender mejor el mundo, era didáctica y entretenida a la vez.

El Pregón de Wolff se ajustó perfectamente a los cánones de un pregón-al-sevillano-modo y tuvo una intensidad y un ritmo envidiables. Desde el comienzo, contando cómo para él Sevilla era, antes de conocerla, una ciudad mítica que conformaba el escenario de múltiples óperas que tantas veces había escuchado, hasta el repaso a tardes gloriosas en el coso del Baratillo. El núcleo del pregón estuvo compuesto por un repaso a los cuatro autores o escuelas fundamentales de la filosofía clásica griega (Platón, Aristóteles, los estoicos y los epicúreos), de cada una de las cuales dio una explicación precisa, breve y amena a la vez, que enseguida engarzaba con virtudes que encarna el toreo, y varios ejemplos que lo ilustraban a la perfección. Finalizó llamando a proclamar sin complejos nuestra afición a la fiesta, convocándonos a llevar a gente a la plaza, a mostrar la grandeza de nuestra afición y recordando a varios toreros, entre los cuales destacaba Curro Romero, presente en el teatro y con cuya invocación cerró su proclama el filósofo francés.

Este Pregón debería ponerse al menos una vez al mes en cada escuela de tauromaquia. Junto con el vídeo de los capotazos de Morante el día 21 de mayo del 2009 en Madrid, junto con la tarde de Joselito aquel 2 de mayo de 1996, junto con muestras del toreo de Ordoñez, de Paula, de Curro, de Antoñete,... La intervención de Wolff es tan fundamental para los futuros toreros como lo es aprender la técnica del cite y la variedad en el toreo. Y lo es también para los aficionados. Para que puedan aprender y desgustar las entrañas de la afición.

Pero el Pregón ha pasado casi de puntillas. Ninguna reseña o una breve mención en los portales, un suelto en las revistas taurinas de esta semana, un par de apuntes en alguna de las secciones taurinas de algún diario,... ¡Así nos va! No sé si es que quienes tienen que dar cuenta de noticias como esta, el domingo a esa hora están de compadreo con un par de ganaderos y cuarto y mitad de algún empresario, o es que, sencillamente, no han conseguido entender el Pregón porque exigía haber leido alguna vez cosas distintas del Mortadelo y Filemón. Pero no es de recibo que hayan pasado de puntillas por el acontecimiento o lo hayan ignorado de forma consciente o imprudente.

Celebraciones como la del Pregón del Lope de Vega son las que, con las grandes faenas, con los toros importantes, engrandecen la Fiesta. Y en un momento como el actual es esencial reivindicar e incrementar todo el patrimonio cultural asociado a la tauromaquia.

Gracias desde aquí a La Maestranza por la elección del pregonero y por seguir apostando por este acto cultural. Y a Francis Wolff por el buen rato que nos hizo pasar escuchándole el pasado domingo.

lunes, 5 de abril de 2010

Domingo de Resurrección

La tarde, perfecta. Con mi traje color color caña de azúcar paseaba siguiendo las líneas del viento. Me faltaba una varita de mimbre. El buril de la luz sacaba aristas a las viejas casas en su sitio de sol. Detrás de la Plaza, sólo faltaba el mar, los viejos galeones, las velas alborotadas, las Indias presentidas en la tarde ultramarina. Y así, sin prisa, despacito, paseando, me detenía en el colmado donde un gitano le daba al cante antiguo o miraba la cera ardida de las vírgenes sin lágrimas, rendidas de flores. Cantando por guajiras y con el papelón en la mano, me llegué por el Arenal a la Maestranza, tan bonita, como una niña nueva para un mundo bien nacido después de nueve meses:

Me gusta por la mañana
después del café "bebío"
pasearme por la Habana
con mi cigarro encendío
y sentarme muy tranquillo
en mi silla o mi sillón
y comprarme un papelón
de esos que llaman diario
y parezco un millionario
rico de la población.


Ante el oro del ruedo sólo cabía preguntarse, ¿se puede prohibir la belleza? Y como el rey moro que se enamoró de Granada, le seguí cantando mi canción a la novia resucitada de la tarde

Contigo me caso indiana
si se entera tu papá
y se lo dice a tu mamá
hermosísima cubana
tengo una casa en la Habana
destinada para ti
¡ay! Con el techo de marfil
y el piso de plataforma
para ti blanca paloma
llevo yo la flor de lis



Pero la flor de lis la llevaba Morante de la Puebla: miles de palomas torcaces pidieron el laurel para el torero que, como un orfebre mágico, labró, muy despacito, en su pequeño taller de albero y gracia, una pieza lenta para el recuerdo, una suave guajira mecida en la muleta con el duende barroco de una bambalina bordada por Rodríguez Ojeda. Todo lo hizo bien, todo pausado, como en un telar. Y en ese misterioso compás, y en esa exacta cadencia y en el eterno desplante capaz de adormecer el tiempo se veían viejos galeones y toreros antiguos y músicas extrañas y flores remotas. Porque así, frente a las dóciles astas de una muerte dormida se revelaba, otra vez -Resurrección- el fondo del dilema: ¿Se puede prohibir la belleza?

Manzanares también nos gustó, pero a Sevilla sólo le faltaba el mar...


(La música que sonaba es ésta -clic-)